Innovación legal y publicidad engañosa

A inicios de este año, la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos resolvió un caso que ha generado gran interés en el ámbito Legaltech. La investigación giró en torno a DoNotPay, Inc., una plataforma que ofrecía servicios automatizados para tareas como generar cartas de demanda y gestionar reclamos en pequeñas causas. Según la FTC, la empresa promovió estos servicios como si fueran equivalentes al trabajo de un abogado humano, sin contar con el respaldo técnico ni profesional adecuado para tales afirmaciones.

El caso culminó con un acuerdo en el que la empresa se comprometió a cesar ciertos tipos de publicidad y al pago de una sanción económica. Más allá del resultado puntual, esta situación destaca un tema de fondo cada vez más relevante: la delgada línea que existe entre aprovechar la tecnología para innovar en el acceso y entrega de servicios legales, y transgredir los marcos regulatorios que protegen la práctica profesional.

En nuestro mundo legal que día a día avanza hacia nuevos modelos de prestación de servicios, marcados por el uso de tecnología, automatización y plataformas digitales, casos como este sirven como recordatorio de la importancia de actuar con responsabilidad.  La innovación no puede desligarse del cumplimiento de los estándares éticos y normativos que garantizan la protección de los usuarios y la integridad de la profesión.

El desafío para quienes impulsamos soluciones modernas en el sector legal radica en encontrar ese equilibrio: aprovechar el potencial de la tecnología para hacer el derecho más accesible y eficiente, sin diluir los principios fundamentales que le dan sentido.

El ecosistema legaltech sigue creciendo y transformándose, pero también es un espacio donde la confianza, la calidad y el respeto a las regulaciones seguirán siendo pilares esenciales.